La familia cubana-argentina Quiñones, estuvo en Tolhuin donde pasaron la Navidad. La abuela Hilda Morejón junto a su nieto el médico Roberto...
La familia cubana-argentina Quiñones, estuvo en Tolhuin donde pasaron la Navidad. La abuela Hilda Morejón junto a su nieto el médico Roberto Quiñones, su esposa e hijos disfrutaron de una estadía especial en el corazón de la isla. Sólo les faltó la presencia de la doctora Hilda Molina, madre de Roberto e hija de Hilda Morejon, la prestigiosa medica cubana, sigue retenida en la isla sin posibilidades de viajar a la Argentina, por que supuestamente, como manifestó la dictadura de Castro, el cerebro de la medica es patrimonio de Cuba (ver).
Hilda Morejón se incorporó lentamente, levantó su copa llena de agua y se dispuso a brindar en una Navidad feliz, pero incompleta. "Hay que disfrutar que estamos juntos. Ojalá el año que viene estemos todos aquí, no quiero morirme sin verlo", dijo la anciana de casi 90 años a su nieto, bisnietos y familiares políticos, que la escuchaban con una mezcla de emoción y desánimo.
La anciana, que hace seis meses llegó al país desde La Habana (ver), aún espera reencontrarse con su hija Hilda Molina, la médica cubana que desde hace años espera el permiso del gobierno castrista para llegar a la Argentina, donde vive su familia.
"Fue una Navidad hermosa, porque la abuela está con nosotros. Pero siempre hay una copa vacía, la de mi madre", dijo Roberto Quiñones, el hijo de Molina, a la prensa sin ocultar sus sensaciones encontradas.
Quiñones cuenta que Hilda Morejón habló con su hija y le pidió que no se desanimara. "Tratá de pasarlo lo mejor posible, yo acá estoy bien atendida", le pidió la anciana a Molina, que a los 66 años, y con su salud también resentida, espera que el gobierno de Raúl Castro acceda a su petición y le permita viajar para reencontrarse con su familia. En una entrevista reciente con la prensa, la médica le pidió a la presidente Cristina Fernández de Kirchner "que no se olvide de mi caso" y que reflote el reclamo humanitario durante su próxima visita a la isla caribeña, prevista para el mes próximo.
Quiñones y su esposa, Verónica Scarpati, les agradecen a Néstor y Cristina Kirchner las gestiones que permitieron a Morejón llegar a la Argentina. Y repiten que el de Hilda Molina "no es un caso político, sino humanitario". A pesar de las expectativas, el hijo de Hilda Molina se muestra escéptico en relación con los cambios recientes y sus consecuencias en el polémico caso, que ya lleva 15 años de marchas y contramarchas sin resolución a la vista.
Escepticismo
"Es cierto que ahora en Cuba puedes comprar una licuadora o un teléfono celular, pero no se ven cambios de fondo en lo político. La base sigue siendo la misma", se lamenta. No lo dice, pero es claro que para él, y también para su madre, el ex presidente Fidel Castro sigue siendo el principal opositor a su salida de Cuba. El mismo Castro que alguna vez declaró que el cerebro de Molina, hasta 1994 directora del prestigioso Centro Internacional de Restauración Neurológica cubano, le "pertenecía" al país caribeño.
Para abstraerse de una espera que se hace interminable, Scarpati y sus padres, Carlos y María Teresa, organizaron la cena familiar. Morejón, que se había maravillado en el camino a Tolhuin con los imponentes lagos y las montañas de la geografía fueguina, pudo disfrutar del vitel tonné y el cerdo a la parrilla preparados para Nochebuena. Participaron también sus bisnietos Juan Pablo y Roberto Carlos, más los cuñados Pablo, Ayelén y Hernán.
Sin computadora ni televisión, Hilda Morejón pasó la primera Navidad junto a sus seres queridos y sin su hija. "Es una pena, pero Dios nos va a ayudar", dijo con voz casi inaudible, con el pensamiento fijado en Hilda, sola en la capital cubana.
Hilda Morejón se incorporó lentamente, levantó su copa llena de agua y se dispuso a brindar en una Navidad feliz, pero incompleta. "Hay que disfrutar que estamos juntos. Ojalá el año que viene estemos todos aquí, no quiero morirme sin verlo", dijo la anciana de casi 90 años a su nieto, bisnietos y familiares políticos, que la escuchaban con una mezcla de emoción y desánimo.
La anciana, que hace seis meses llegó al país desde La Habana (ver), aún espera reencontrarse con su hija Hilda Molina, la médica cubana que desde hace años espera el permiso del gobierno castrista para llegar a la Argentina, donde vive su familia.
"Fue una Navidad hermosa, porque la abuela está con nosotros. Pero siempre hay una copa vacía, la de mi madre", dijo Roberto Quiñones, el hijo de Molina, a la prensa sin ocultar sus sensaciones encontradas.
Quiñones cuenta que Hilda Morejón habló con su hija y le pidió que no se desanimara. "Tratá de pasarlo lo mejor posible, yo acá estoy bien atendida", le pidió la anciana a Molina, que a los 66 años, y con su salud también resentida, espera que el gobierno de Raúl Castro acceda a su petición y le permita viajar para reencontrarse con su familia. En una entrevista reciente con la prensa, la médica le pidió a la presidente Cristina Fernández de Kirchner "que no se olvide de mi caso" y que reflote el reclamo humanitario durante su próxima visita a la isla caribeña, prevista para el mes próximo.
Quiñones y su esposa, Verónica Scarpati, les agradecen a Néstor y Cristina Kirchner las gestiones que permitieron a Morejón llegar a la Argentina. Y repiten que el de Hilda Molina "no es un caso político, sino humanitario". A pesar de las expectativas, el hijo de Hilda Molina se muestra escéptico en relación con los cambios recientes y sus consecuencias en el polémico caso, que ya lleva 15 años de marchas y contramarchas sin resolución a la vista.
Escepticismo
"Es cierto que ahora en Cuba puedes comprar una licuadora o un teléfono celular, pero no se ven cambios de fondo en lo político. La base sigue siendo la misma", se lamenta. No lo dice, pero es claro que para él, y también para su madre, el ex presidente Fidel Castro sigue siendo el principal opositor a su salida de Cuba. El mismo Castro que alguna vez declaró que el cerebro de Molina, hasta 1994 directora del prestigioso Centro Internacional de Restauración Neurológica cubano, le "pertenecía" al país caribeño.
Para abstraerse de una espera que se hace interminable, Scarpati y sus padres, Carlos y María Teresa, organizaron la cena familiar. Morejón, que se había maravillado en el camino a Tolhuin con los imponentes lagos y las montañas de la geografía fueguina, pudo disfrutar del vitel tonné y el cerdo a la parrilla preparados para Nochebuena. Participaron también sus bisnietos Juan Pablo y Roberto Carlos, más los cuñados Pablo, Ayelén y Hernán.
Sin computadora ni televisión, Hilda Morejón pasó la primera Navidad junto a sus seres queridos y sin su hija. "Es una pena, pero Dios nos va a ayudar", dijo con voz casi inaudible, con el pensamiento fijado en Hilda, sola en la capital cubana.
Y los ORGANISMOS DE DERECHOS HUMANOS? son una gran verguenza nacional, esta es una causa para que den su apoyo, pero se hacen los que no escuchan, apoyan a un regimen tirano como el del Fidel Castro.
ResponderBorrarSi son tan amantes de Cuba por que no se van a vivir a Cuba, es facil ser "guevarista" y vivir fuera de Cuba.
Ojala alguna vez los DDHH defiendan una causa justa y no solamente a los delincuentes y terroristas.
Fidel Castro no tendría problemas en autorizar a la Dra. Hilda Molina visite la Argentina, siempre que el encuentro se realice en la Provincia de Tierra del Fuego por sus similitudes con la República caribeña: a) Cuba es una isla igual que Tierra del Fuego; b) en Cuba gobierna el socialismo, igual que en Tierra del Fuego, c) en Cuba, el Jefe de Gobierno, Raúl Castro, hermano de Fidel, tiene bigotes. En Tierra del Fuego también.
ResponderBorrarHabia una vez un cubanito con carita de bueno, con voz de tontito y diccion de zonzo, al que un Pais malo malo no le deja ver a su mamita ......ESTE SENOR QUINONES, CON SU CARITA DE BUENITO Y SU DICCION DE TONTITO, HA SIDO EL CULPABLE DE LAS DESGRACIAS DE SU FAMLIA. ALGUN DIA SERIA BUENO QUE LA "PRENSA" EN LUGAR DE REPETIR TONTAMENTE LA INFORMACION DESPARRAMADA POR LOS MEDIOS ANTICASTRISTAS, SE DEDIQUE A INVESTIGAR ANTES DE EMITIR TEMERARIAS OPINIONES. EL GENESIS DEL PROBLEMA, SE DIO CUANDO ESTE HOMBRE FUE ENVADO POR EL GOBIERNO CUBANO A JAPON, PARA CONMPRAR INSUMOS Y APARATOS DE MEDICINA, QUE EL BLOQUEO NORTEAMERICANO LE IMPIDE TENER. APROVECHANDO EL CONTEXTO Y ABUSANDOSE DE LA CONFIANZA DEPOSITADA EN EL, ESTE TIPO SE ESCAPO DE LA MISION, Y NO REGRESO A CUBA ..... HASTA AHI, PODRIA HABLARSE DE UN CASO DE "DISIDENCIA" MEDIANAMETE COMPRENSIBLE, PERO ...... ESTE POBRE HOMBRE, SE HIZO EL REVERENDO BOLUDO Y SE LLEVO CON EL TODO EL DINERO QUE LLEVABA PARA LA COMPRA DE ESOS EQUIPOS MEDICOS. UDS. LO SABIAN ??? SEGURO QUE NO, QUE NO SE TOMARON EL TRABAJO (EL QUE LES CORRESPONDE) DE INVESTIGAR PARA SAER POR QUE ESTE TIPO Y SU FAMILIA SON TENIDOS EN CUENTA COMO DELINCUENTES EN CUBA, COMO LO SEIAN EN SA, INDIA O CHINA, SI HUBIESE PROCEDIDO CN IGUAL GRADO DE DELINCUENCIA.
ResponderBorrarES MUY FACIL TAPAR UN ROBO CON EL CUENTO DEL "POBRECITO EXILIADO", PERO QUIENES NOS PREOCUPAMOS POR SABER LA VERDAD, AHORA SABEMOS QUE SOLO SE TRATA DE UN CHORRO QUE SE ESCONDE ATRAS DE LA "PERSECUCION" PARA GASTARSE LA PLATA ( TOLHUIN NO ESMUY CARO PARA UN POBRE "BALSERITO" CUBANO ...??? ) QUE LE ROBO AL SISEMA DE SALUD DE SU PROPIO PAIS.
Jorge Di, que pedo tenes en la cabeza !!!, avisame donde vivis asi ni me acerco por donde andes.Investiga vos estupido y no creeras las historias pelotudas que inventaron los comunistas de cuba para tratar de justificar su obsecuencia enfermiza de no dejar de salir de cuba a la medica e investigadora Hilda Molina.El problema que tienen con ella es que es de las pocas que no traiciono los postulados de la revolucion y se los dijo en la cara a fidel y a raul y a toda la asamblea popular.Renuncio a todos sus honores y cargos porque dolarizaron la atencion en el centro neurologico que fundo ella solita.
ResponderBorrarAjo y Agua.