La Justicia determinó que el testigo Daniel Cabellier quien presenta varias causas por defraudaciones y estafa en la provincia de Buenos Air...
La Justicia determinó que el testigo Daniel Cabellier quien presenta varias causas por defraudaciones y estafa en la provincia de Buenos Aires (ver) , aportado por la defensa del ex ministro Horacio Sosa que puso en tela de juicio la veracidad de la declaración del empresario informático Arrebola, que involucró a ex funcionarios públicos en una presunta defraudación contra el Estado, mantuvo diversas comunicaciones telefónicas, veinte en total con el número celular del ex ministro procesado Horacio Sosa, entre fines de diciembre de 2007 y enero de este año. Arrebola admitió haber visto una vez al nuevo testigo en Buenos Aires junto con Sosa.
El juez Javier de Gamas Soler, que parece que lee los comentarios de Crónicas (ver), en donde se decía muchas de las cosas que luego se investigaron.
Solicitó informes telefónicos en el marco de la causa donde se investiga el pago de 1.753.530 pesos en letras de tesorería al empresario informático Fernando Ariel Arrebola, quien fue procesado junto al ex ministro de Obras Públicas, Horacio Sosa, por el presunto delito de peculado.
La medida del juez se dio luego de la presentación de Daniel Cabellier, quien declaró hace poco más de 10 días como testigo en la causa y aseguró haberle comprado 8 letras de cien mil pesos cada una por un monto inferior al valor nominal.
De esta manera el testigo aportado por la defensa del ex ministro Sosa contradijo los dichos de Arrebola, quien en su indagatoria había manifestado que al momento de efectuar la factura por insumos que no fueron provistos al Estado Provincial, simulando una prestación de servicio, él endosó 16 letras de tesorería de las cuales sólo se quedó con dos y el resto se las entregó a Sosa en el Ministerio de Economía durante la última semana de diciembre.
Fuentes judiciales informaron que De Gamas ordenó un entrecruzamiento de datos entre los teléfonos de celulares de Arrebola y Cabellier y no se registraron llamadas entre sí, pese a que el testigo asegura haberle comprado las letras al empresario informático.
En cambio sí se detectaron entre diciembre y enero alrededor de 20 comunicaciones entre Cabellier y Sosa.
Arrebola volvió a declarar
Luego de que el nuevo testigo en la causa declarara, el empresario informático volvió a ampliar su indagatoria hace una semana.
En la misma dijo haber conocido a Cabellier por una cuestión circunstancial, esto se dio durante el mes de enero en momentos en que él estaba en Buenos Aires y desde Río Grande le avisaron de que estaban allanando sus oficinas comerciales. A partir de ahí intento comunicarse con Sosa -que también estaba en Capital Federal- y se encontraron en un hotel. Fue en ese momento en que Arrebola dice haber visto por primera vez a Cabellier.
No obstante, Cabellier presentó ante el juez de la causa un fax enviado por Arrebola a un teléfono de una financiera que él tiene, y que quedó probado que así fue, dado que Arrebola lo admitió.
El empresario procesado dijo que envió ese fax a ese número telefónico a pedido del ex ministro Sosa. Algo que quedará para valorar en cuanto a la veracidad de uno y otro por parte del juez.
Pero Cabellier aportó un convenio en el que supuestamente Arrebola le vende las letras, aunque en la declaración el empresario informático dijo que nunca había firmado tal convenio y que esa rúbrica no le pertenecía.
A modo de síntesis, la investigación que parecía tan clara en un principio parece haberse enmarañado y habrá que ver qué valor probatorio se le da a cada una de las circunstancias.
Por ahora y a esta altura, ni Arrebola parece ser el arrepentido que parecía, ni el nuevo testigo -propuesto por la defensa de Sosa- ha logrado el convencimiento total del juez, toda vez que el magistrado decidió realizar el cruce de comunicaciones telefónicas con el ex ministro coccarista.
El juez Javier de Gamas Soler, que parece que lee los comentarios de Crónicas (ver), en donde se decía muchas de las cosas que luego se investigaron.
Solicitó informes telefónicos en el marco de la causa donde se investiga el pago de 1.753.530 pesos en letras de tesorería al empresario informático Fernando Ariel Arrebola, quien fue procesado junto al ex ministro de Obras Públicas, Horacio Sosa, por el presunto delito de peculado.
La medida del juez se dio luego de la presentación de Daniel Cabellier, quien declaró hace poco más de 10 días como testigo en la causa y aseguró haberle comprado 8 letras de cien mil pesos cada una por un monto inferior al valor nominal.
De esta manera el testigo aportado por la defensa del ex ministro Sosa contradijo los dichos de Arrebola, quien en su indagatoria había manifestado que al momento de efectuar la factura por insumos que no fueron provistos al Estado Provincial, simulando una prestación de servicio, él endosó 16 letras de tesorería de las cuales sólo se quedó con dos y el resto se las entregó a Sosa en el Ministerio de Economía durante la última semana de diciembre.
Fuentes judiciales informaron que De Gamas ordenó un entrecruzamiento de datos entre los teléfonos de celulares de Arrebola y Cabellier y no se registraron llamadas entre sí, pese a que el testigo asegura haberle comprado las letras al empresario informático.
En cambio sí se detectaron entre diciembre y enero alrededor de 20 comunicaciones entre Cabellier y Sosa.
Arrebola volvió a declarar
Luego de que el nuevo testigo en la causa declarara, el empresario informático volvió a ampliar su indagatoria hace una semana.
En la misma dijo haber conocido a Cabellier por una cuestión circunstancial, esto se dio durante el mes de enero en momentos en que él estaba en Buenos Aires y desde Río Grande le avisaron de que estaban allanando sus oficinas comerciales. A partir de ahí intento comunicarse con Sosa -que también estaba en Capital Federal- y se encontraron en un hotel. Fue en ese momento en que Arrebola dice haber visto por primera vez a Cabellier.
No obstante, Cabellier presentó ante el juez de la causa un fax enviado por Arrebola a un teléfono de una financiera que él tiene, y que quedó probado que así fue, dado que Arrebola lo admitió.
El empresario procesado dijo que envió ese fax a ese número telefónico a pedido del ex ministro Sosa. Algo que quedará para valorar en cuanto a la veracidad de uno y otro por parte del juez.
Pero Cabellier aportó un convenio en el que supuestamente Arrebola le vende las letras, aunque en la declaración el empresario informático dijo que nunca había firmado tal convenio y que esa rúbrica no le pertenecía.
A modo de síntesis, la investigación que parecía tan clara en un principio parece haberse enmarañado y habrá que ver qué valor probatorio se le da a cada una de las circunstancias.
Por ahora y a esta altura, ni Arrebola parece ser el arrepentido que parecía, ni el nuevo testigo -propuesto por la defensa de Sosa- ha logrado el convencimiento total del juez, toda vez que el magistrado decidió realizar el cruce de comunicaciones telefónicas con el ex ministro coccarista.
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