El catalán Manuel Lao y el patagónico Cristóbal López están por concluir una larga y tensa partida de poker cuyo premio es tentador: el repa...
El catalán Manuel Lao y el patagónico Cristóbal López están por concluir una larga y tensa partida de poker cuyo premio es tentador: el reparto entre ambos de una buena parte del negocio de los juegos de azar de las ciudades de Buenos Aires y Rosario. El acuerdo alcanzado tras las negociaciones será así: López entra al negocio de los casinos flotantes amarrados en la Dársena Sur y Lao toma una parte del casino a construirse en Rosario.
Lao es el dueño de CIRSA, la firma con sede en Barcelona que explota los casinos flotantes. También tiene salas de juego en tres ciudades de la provincia de Mendoza.
López, a través de la empresa de origen austríaco Casino Club, maneja una veintena de casinos y tragamonedas desparramados por buena parte del país. Eso incluye las 2.000 máquinas instaladas en el hipódromo de Palermo.
López tiene negocios de juego en Misiones, La Pampa , Mendoza, Tierra del Fuego, Santa Fé, Misiones y Santa Cruz. Además, a mediados del año pasado otra empresa de su propiedad, Oil M&S, se adjudicó la licencia para explotar y explorar petróleo y gas en Brasil. La Agencia Nacional del Petróleo (ANP) de Brasil informó en su sitio web que de las 114 empresas inscriptas a la licitación, ganaron 24 extranjeras. Entre ellas, la ascendente Oil M&S.
Hasta entonces, Oil M&S, sólo tenía negocios de servicios, obras públicas y casinos en el sur del país, pero en los últimos años, tanto en el rubro petrolero como en sus incursiones en decenas de provincias con Casino Club, López dejó en claro su deseo de multiplicar sus inversiones.
Dicen que López es muy trabajador, tiene perfil bajo y no habla con la prensa. Su crecimiento económico fue vertiginoso, y la explicación no puede encontrarse en un pasado signado por la abundancia. Sus padres tenían una forrajería y se dedicaban a la cría de pollos, y desde muy chico el joven Cristóbal López los ayudó en ese negocio.
Sin embargo, su socio en la petrolera, Carlos de Souza, explicó tiempo atrás a la revista "Fortuna" que las cosas han cambiado: "López tiene 48 años, es hijo de españoles y tuvo una vida signada por el esfuerzo. Es cierto que además de Oil M&S tiene otros negocios. Podría nombrar Clear, Olivares del Sol, una explotación de 3 mil hectáreas destinadas a la producción de aceite de oliva y Casino Club, donde tiene el 30 por ciento de las acciones. A su vez, cada una de éstas tiene varias compañías detrás. Clear tiene otras 3 dedicadas al desarrollo inmobiliario, a la recolección de basura y al transporte especializado".
Pero además, y esto es lo importante, López ganó en 2006 la licitación para explotar el combo "Casino - Hotel 5 Estrellas - Centro de Convenciones" de Rosario, un complejo de 108.000 metros cuadrados, sobre un predio de siete hectáreas, a construirse a un costo estimado en US$ 150 millones de dólares. En esa licitación López superó por muy poco a Lao, que desde entonces se quedó con las ganas de hacer algo en la segunda ciudad del país.
En los casinos flotantes se hacen apuestas por 4.000 millones de pesos al año. Y se espera que en no más de tres años circule un monto similar en el casino del sur santafesino, empujado por el crecimiento económico que se observa en esa región.
Lo concreto es que después de meses de negociaciones —que Clarín anticipó en exclusiva en enero de este año—, López y Lao sellaron una suerte de empate, tras el cual alumbraron una Unión Transitoria de Empresas (UTE) que será el vehículo para materializar un acuerdo impactante: Casino Club se quedará con la mitad del negocio de los casinos flotantes de CIRSA, y ésta a su vez ingresará con el 50% de las inversiones (y las utilidades futuras) del complejo a construirse en Rosario.
Ciertamente hay diferencias entre quien ingresa a un negocio que está en marcha (los casinos flotantes) y otro a desarrollar (el complejo de Rosario). Por eso Lao y López acordaron que Casino Club realizará aportes de no menos de US$ 100 millones para impulsar el negocio porteño.
Lo más saliente será la instalación de un nuevo barco, más grande, que reemplazará a una de las dos embarcaciones que hoy están amarradas en la Dársena Sur. También pondrán más máquinas tragamonedas y realzarán las instalaciones existentes, sobre todo alrededor de los barcos, para estar a tono con el desarrollo inmobiliario que el grupo IRSA anunció para ese barrio.
A su vez, CIRSA aportaría la mitad de los US$ 150 millones que demandará la construcción del casino Rosario.
Uno de los puntos llamativos del acuerdo es que el manejo del Casino Flotante quedará en manos de un hombre de Cristóbal López: Federico de Achával, el ejecutivo que ideó el negocio de las máquinas tragamonedas en el hipódromo de Palermo.
En verdad, el éxito de Palermo se alza como una amenaza sobre los casinos flotantes. Y eso lo reconoce CIRSA, al ceder el timón a un hombre de Cristóbal López.
Las versiones que circulan en fuentes que siguen de cerca el negocio de los juegos de azar hablan de un fuerte condimento (¿o habrá que hablar de condicionamiento?) político en todas estas negociaciones. El patagónico López cuenta como parte importante de su haber una cercanía que muy pocos empresarios tienen con el presidente Néstor Kirchner. De hecho su crecimiento en el negocio de los juegos de azar tiene sus orígenes en los casinos instalados en tierras patagónicas, y su expansión coincide con la llegada de Kirchner a la Casa Rosada.
La empresa de Lao sufrió en los últimos meses varios tropezones legales y gremiales. El más notorio, sin duda, la intercepción por parte de la Aduana, en diciembre de 2006, de un cargamento de jamones crudos y bolsos con 500 mil euros en billetes que traía Lao en su avión particular.
Hoy, hay que decirlo, CIRSA superó sus problemas con los trabajadores y no hay proceso legal en marcha por el contratiempo aduanero.
Estos antecedentes vienen a cuento de que las negociaciones entre Lao y López se resumían —en el mundillo que sigue de cerca este negocio— en que el acuerdo a punto de firmar le permitiría a CIRSA seguir haciendo negocios en la Argentina sin mayores inconvenientes. Lógicamente, fuentes de ambas empresas niegan rotundamente esa lectura de los hechos. Y sólo se enfocan en los jugosos negocios que están por venir.
Lao es el dueño de CIRSA, la firma con sede en Barcelona que explota los casinos flotantes. También tiene salas de juego en tres ciudades de la provincia de Mendoza.
López, a través de la empresa de origen austríaco Casino Club, maneja una veintena de casinos y tragamonedas desparramados por buena parte del país. Eso incluye las 2.000 máquinas instaladas en el hipódromo de Palermo.
López tiene negocios de juego en Misiones, La Pampa , Mendoza, Tierra del Fuego, Santa Fé, Misiones y Santa Cruz. Además, a mediados del año pasado otra empresa de su propiedad, Oil M&S, se adjudicó la licencia para explotar y explorar petróleo y gas en Brasil. La Agencia Nacional del Petróleo (ANP) de Brasil informó en su sitio web que de las 114 empresas inscriptas a la licitación, ganaron 24 extranjeras. Entre ellas, la ascendente Oil M&S.
Hasta entonces, Oil M&S, sólo tenía negocios de servicios, obras públicas y casinos en el sur del país, pero en los últimos años, tanto en el rubro petrolero como en sus incursiones en decenas de provincias con Casino Club, López dejó en claro su deseo de multiplicar sus inversiones.
Dicen que López es muy trabajador, tiene perfil bajo y no habla con la prensa. Su crecimiento económico fue vertiginoso, y la explicación no puede encontrarse en un pasado signado por la abundancia. Sus padres tenían una forrajería y se dedicaban a la cría de pollos, y desde muy chico el joven Cristóbal López los ayudó en ese negocio.
Sin embargo, su socio en la petrolera, Carlos de Souza, explicó tiempo atrás a la revista "Fortuna" que las cosas han cambiado: "López tiene 48 años, es hijo de españoles y tuvo una vida signada por el esfuerzo. Es cierto que además de Oil M&S tiene otros negocios. Podría nombrar Clear, Olivares del Sol, una explotación de 3 mil hectáreas destinadas a la producción de aceite de oliva y Casino Club, donde tiene el 30 por ciento de las acciones. A su vez, cada una de éstas tiene varias compañías detrás. Clear tiene otras 3 dedicadas al desarrollo inmobiliario, a la recolección de basura y al transporte especializado".
Pero además, y esto es lo importante, López ganó en 2006 la licitación para explotar el combo "Casino - Hotel 5 Estrellas - Centro de Convenciones" de Rosario, un complejo de 108.000 metros cuadrados, sobre un predio de siete hectáreas, a construirse a un costo estimado en US$ 150 millones de dólares. En esa licitación López superó por muy poco a Lao, que desde entonces se quedó con las ganas de hacer algo en la segunda ciudad del país.
En los casinos flotantes se hacen apuestas por 4.000 millones de pesos al año. Y se espera que en no más de tres años circule un monto similar en el casino del sur santafesino, empujado por el crecimiento económico que se observa en esa región.
Lo concreto es que después de meses de negociaciones —que Clarín anticipó en exclusiva en enero de este año—, López y Lao sellaron una suerte de empate, tras el cual alumbraron una Unión Transitoria de Empresas (UTE) que será el vehículo para materializar un acuerdo impactante: Casino Club se quedará con la mitad del negocio de los casinos flotantes de CIRSA, y ésta a su vez ingresará con el 50% de las inversiones (y las utilidades futuras) del complejo a construirse en Rosario.
Ciertamente hay diferencias entre quien ingresa a un negocio que está en marcha (los casinos flotantes) y otro a desarrollar (el complejo de Rosario). Por eso Lao y López acordaron que Casino Club realizará aportes de no menos de US$ 100 millones para impulsar el negocio porteño.
Lo más saliente será la instalación de un nuevo barco, más grande, que reemplazará a una de las dos embarcaciones que hoy están amarradas en la Dársena Sur. También pondrán más máquinas tragamonedas y realzarán las instalaciones existentes, sobre todo alrededor de los barcos, para estar a tono con el desarrollo inmobiliario que el grupo IRSA anunció para ese barrio.
A su vez, CIRSA aportaría la mitad de los US$ 150 millones que demandará la construcción del casino Rosario.
Uno de los puntos llamativos del acuerdo es que el manejo del Casino Flotante quedará en manos de un hombre de Cristóbal López: Federico de Achával, el ejecutivo que ideó el negocio de las máquinas tragamonedas en el hipódromo de Palermo.
En verdad, el éxito de Palermo se alza como una amenaza sobre los casinos flotantes. Y eso lo reconoce CIRSA, al ceder el timón a un hombre de Cristóbal López.
Las versiones que circulan en fuentes que siguen de cerca el negocio de los juegos de azar hablan de un fuerte condimento (¿o habrá que hablar de condicionamiento?) político en todas estas negociaciones. El patagónico López cuenta como parte importante de su haber una cercanía que muy pocos empresarios tienen con el presidente Néstor Kirchner. De hecho su crecimiento en el negocio de los juegos de azar tiene sus orígenes en los casinos instalados en tierras patagónicas, y su expansión coincide con la llegada de Kirchner a la Casa Rosada.
La empresa de Lao sufrió en los últimos meses varios tropezones legales y gremiales. El más notorio, sin duda, la intercepción por parte de la Aduana, en diciembre de 2006, de un cargamento de jamones crudos y bolsos con 500 mil euros en billetes que traía Lao en su avión particular.
Hoy, hay que decirlo, CIRSA superó sus problemas con los trabajadores y no hay proceso legal en marcha por el contratiempo aduanero.
Estos antecedentes vienen a cuento de que las negociaciones entre Lao y López se resumían —en el mundillo que sigue de cerca este negocio— en que el acuerdo a punto de firmar le permitiría a CIRSA seguir haciendo negocios en la Argentina sin mayores inconvenientes. Lógicamente, fuentes de ambas empresas niegan rotundamente esa lectura de los hechos. Y sólo se enfocan en los jugosos negocios que están por venir.
Muchachos la nota esta buena pero digan la fuente muhcas gracias un fiel lector de uds., sigan asi
Borrarsabemos de quien es el casino no hace falta que hagan un monumento esa es la plata que pusimos el pueblo para pagar los inpuestos casino kirchner
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