EL FUTURO DE COLAZO EN MANOS DEL SUPERIOR TRIBUNAL DE JUSTICIA

En las espaldas del Superior Tribunal de Justicia de la provincia, ahora con todos sus miembros, descansa la decisión de habilitar o no al e...

En las espaldas del Superior Tribunal de Justicia de la provincia, ahora con todos sus miembros, descansa la decisión de habilitar o no al ex gobernador Jorge Colazo a presentarse como candidato en las próximas elecciones provinciales dado que mediante un proceso de Juicio Político fue destituido de sus funciones como mandatario provincial.
Los tiempos que se avecinan anticipan un período sumamente complicado de la realidad social de la provincia, donde la institución democrática fueguina deberá nuevamente exponer su decisión en el periplo eleccionario que comienza el próximo 17 de junio. Seguramente será un tiempo de definiciones, un tiempo de determinaciones en el que los factores en juego son demasiados y que, tal como lo mencionaba un matutino local, implica a numerosos actores políticos, algunos presentes y otros prácticamente a poco de estarlo. Sucede que el futuro inmediato de algunos de estos actores políticos ya los ha consagrado como candidateables, mientras que la suerte de otros depende a su vez de las decisiones de terceros que no son, específicamente, los ciudadanos a través de sus votos. Uno de estos actores, el tercero en discordia dentro del relato de una novela tragicómica que escriben a diario algunas figuras políticas de Tierra del Fuego, es el destituido gobernador Jorge Colazo, cuyo futuro político pende de la interpretación de las leyes por parte del Superior Tribunal de Justicia, que tendrá en sus manos la tarea de resolver la cuestión de fondo tras las apelaciones presentadas por la defensa del ex mandatario, que a los gritos sostiene que el proceso de juicio político en su contra estuvo viciado de irregularidades que dejarían caer en saco roto las condenas aplicadas por la Legislatura provincial. Justamente esta decisión es la que tendrá, en los próximos días, un protagonismo exclusivo en el marco institucional, por lo que ardua labor les aguarda a los jueces del máximo órgano de Justicia en nuestra provincia.Segun publica Actualidad TDF.
Una vez más, el Superior Tribunal de Justicia deberá arbitrar y sentar postura –con todo lo que ello implica- en torno a decisiones adoptadas por otro poder democrático. Lo cierto, sin embargo, es que la jueza María del Carmen Battaini y su par Carlos Robbio estarán en el ojo de la tormenta y todas las miradas se posarán sobre ellos y, fundamentalmente, sobre el fallo en el que sepultarán políticamente a Jorge Colazo o lo devolverán al camino que el destituido Gobernador deberá volver a transitar. No es una tarea sencilla entonces, por cuanto de lo que resuelvan los jueces podría afectarse la relación entre los poderes provinciales o, en todo caso, dejar en ridículo una vez más a los legisladores, cuyas actuaciones podrían anularse o ser avasalladas por un fallo adverso.Una medida que revoque lo actuado por los legisladores dentro del marco establecido en la Constitución provincial sería, cuando menos, el inicio de un nuevo capitulo oscuro en la golpeada realidad institucional de la provincia.En este orden y pensando, sólo imaginando un escenario en el que Jorge Colazo fuera habilitado a participar de la próxima elección, las instituciones de la provincia se verían severamente cuestionadas –otra vez-, tal como sucediera durante el recordado repudio generalizado de la sociedad fueguina ante el ingreso de la esposa del ex juez del Superior Tribunal, Ricardo Klass, al Estado provincial en un momento de tensión política. Aquella decisión, que derivó en numerosas marchas de protesta por tratarse de una burla a la inteligencia de la sociedad, nos conduciría a un escenario no muy lejano al de por aquel entonces, minando incluso la legitimidad del actual gobernador Hugo Cóccaro.Quienes tampoco quedarían exentos de este imaginario escenario serian los legisladores provinciales, que en caso de que ver suspendida una condena dictada por ellos mismos, pondría en tela de juicio su accionar durante una etapa convulsionada y caótica en la que tomaron la decisión de destituir e inhabilitar a un político que no cumplió con sus deberes de funcionario público. En definitiva, lentamente los ojos de todos los sectores sociales se comienzan a posar sobre la decisión de los jueces Robbio y Battaini, las miradas atentas de propios y extraños harán las veces de jueces y verdugos de las decisiones acertadas o no, que en definitiva tomen los magistrados. Las versiones son muchas y si de juzgar el residual colacista se trata, destilan optimismo como casi aseverando unas decisiones favorables apoyadas vaya uno a saber en que motivo quizas desconocido para nosotros y revelado para ellos.Los trascendidos también cobran fuerza. Algunos sostienen que existiría intención de absolver de culpa y cargo a Colazo por parte de miembros del Tribunal, otros afirman que se confirmará su condena, pero lo cierto es que el tiempo revelará el próximo capitulo de esta novela, ante la atenta mirada de una sociedad que con el ejercicio democrático aprendió a distinguir entre valores y miserias de quienes sostienen la vara que mide lo justiciable.